La líder birmana y ganadora del Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, fue condenada por el tribunal de Zabuthiri en la capital Naypyidaw en un principio a cuatro años de prisión, aunque luego la sentencia se redujo a dos, por incitación contra los militares y por incumplir las normas sobre el coronavirus.
«Suu Kyi fue condenada a dos años por incitación al desorden público contra el ejército y a otros dos por infringir una ley sobre catástrofes naturales relacionada con el covid-19», informó el portavoz de la junta, Zaw Min Tun.
«El expresidente Win Myint (2018-2021) también fue condenado a cuatro años por los mismos cargos», agregó el funcionario.
Sin embargo, dos horas más tarde, el jefe de la Junta, Min Aung Hlaing, redujo las condenas de ambos a «dos años de prisión», en una declaración leída en la televisión estatal.
La condena mereció el inmediato rechazo de organismos humanitarios internacionales y Gobiernos.
Estados Unidos calificó de «afrentas a la democracia y la justicia» la sentencia a prisión de la derrocada líder birmana Aung San Suu Kyi y la represión de otros opositores electos.
«Demandamos al régimen liberar a Aung San Suu Kyi y todos los demás detenidos injustamente, incluyendo funcionarios electos democráticamente», exigió el secretario de Estado, Antony Blinken, en un comunicado.
En el mismo sentido se manifestó la organización Amnistía Internacional, que denunció un intento de la junta de «asfixiar las libertades» con el encarcelamiento de Suu Kyi.
En tanto, la Unión Europea (UE) condenó enérgicamente la pena contra la dirigente, en un proceso que consideró «motivado políticamente».
El jefe de la diplomacia de la UE, el español Josep Borrell, apuntó que la condena representa «un nuevo paso en el desmantelamiento del estado de derecho y una nueva violación flagrante de derechos humanos» en ese país asiático.
Por su parte, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, también repudió la sentencia impuesta por el régimen militar birmano. «Fue condenada en un juicio amañado con un procedimiento secreto ante un tribunal controlado por militares por motivos políticos», puntualizó.